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Cuento

 

 

 

“Un Sueño Volador”

 

 Era una tarde de verano en la que llegue del colegio y ví a mi padre mirando la casa desde afuera con unos plano en la mano.

 Entonces le pregunté - ¿Por qué mirás la casa desde afuera y con esos planos en tu mano?

 Y él me respondió - Tengo un sueño desde chiquito y era que hacía volar la casa al cielo y quiero cumplir.

 Yo, sorprendido por su respuesta le ofrecí mi ayuda y me la acepto. Esto también sirvió para tener una mejor relación entre nosotros, todos los días llegaba a mi casa y pasábamos las tardes en construir algo para que la casa vuele. Luego de 1 año muy duro terminamos de hacer el “Casahete”, que fue el nombre que le inventamos a nuestro proyecto.

 Pero había un problema y era que si volábamos nuestra casa no tendríamos un lugar donde vivir y no teníamos dinero para comprar otra.

 Pasamos tres meses buscando una solución, que encontramos gracias a un amigo de mi padre, Luis, quien era muy rico y se mudaba a Colombia y nos regalaba su casa. Ya teníamos el problema resuelto, solo faltaba despegar la casa, entonces esperamos a que se hagan las 24:00 horas para volar la casa.

 Cuando vamos a despegarlo, apretamos el botón y no despegaba y era que nuestro vecino envidioso Max nos había roto el casahete, esa fue una gran desilusión para mi padre que ya no quería volver a hacerlo, eso me entristeció.

 A la noche hable con todos los vecinos del barrio para que me ayuden a repararlo, ellos aceptaron. Yo me encargue de darle pastillas para dormir a Max y en la madrugada con mucho esfuerzo de parte de todos logramos nuestro cometido. Yo muy feliz entre a la casa corriendo, desperte a mi papá, le dije que saliera y que apretará el botón rojo que sobresale de la casa.

 El lo hizo y la casa voló, todos los vecinos se pusieron felices por esto, mi padre se emocionó, porque cumplió su sueño.

 Max, el vecino malvado, se había despertado justo cuando la casa volaba y vio el espectacular vuelo y desde ahí cambio, fue generoso, apoyaba las ideas de los demás, era honesto, era mejor persona.

 Se podría decir que fue un despegue perfecto.

 Ahora por las noches miramos por el balcón al cielo buscando donde podría estar nuestra casa voladora.

 

Fin

 

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